Medellín fue pionera con la primera Secretaría de la No-Violencia del país con una agenda para la vida y la paz
- La dependencia contribuyó con la búsqueda de desaparecidos en La Escombrera, comuna 13.
- Los niños, niñas y adolescentes fueron fundamentales en programas como Parceros, Escuelas y Casa R.
- Hecho en Paz vendió más de $572 millones y se consolidó como una gran apuesta para la generación de ingresos de sus emprendedores.
Medellín se consolidó como una ciudad que le apuesta a la construcción de paz, a la justicia restaurativa y al fortalecimiento organizativo en sus territorios. La creación de la Secretaría de la No-Violencia marcó un hito nacional con la primera entidad pública en trabajar de manera integral por las víctimas del conflicto armado, reincorporados, reintegrados, personas privadas de la libertad, pospenados, y niños, niñas, adolescentes y jóvenes en riesgo por las dinámicas de conflictividad y violencia. Por esta razón, la apuesta desde el arte, la cultura, las prácticas pedagógicas y la justicia restaurativa de esta secretaría ponen a Medellín en una nueva senda de paz.
Con más de once programas y proyectos en funcionamiento y la atención a más de 390.000 víctimas del conflicto, además de establecer una cultura de paz en más de 8.754 personas, a través de 32 Escuelas de la No-Violencia, la secretaría reafirmó la importancia y la necesidad de crear espacios sólidos y comunitarios de trabajo por la paz.
“Le presentamos a Medellín los resultados de nuestra labor y esfuerzo. Esto nos permite compartir con los ciudadanos y ciudadanas los logros en la búsqueda de acciones, espacios y el fortalecimiento de procesos que han contribuido en la construcción de paz territorial. Somos la primera secretaría del país creada para la atención de los temas de paz y la implementación de los acuerdos de paz a nivel urbano”, dijo el secretario de la No-Violencia, Cristian Aguirre.
Se destaca la estrategia Hecho en Paz, principal plataforma para que 373 emprendedores firmantes de paz, víctimas, población pospenada, adolescentes y jóvenes generaran ingresos y alcanzaran autonomía económica con sus apuestas artísticas y creaciones para la paz. La estrategia registró ventas superiores a los $572 millones y los llevó a 31 ferias de emprendimiento, ruedas de negocios y eventos de ciudad como la Feria de las Flores y la Fiesta del Libro y la Cultura.
“Agradeciendo mucho el espacio que nos ha dado la Secretaría de la No-Violencia, porque nos han acogido de manera muy fuerte, tanto en nuestras iniciativas productivas como en nuestro proceso de reincorporación. Resaltar el apoyo tan grande que hemos tenido por parte de los secretarios que han seguido el rol de acompañar a los firmantes del Acuerdo de Paz”, agregó la firmante del Acuerdo de Paz, Enith Moreno.
Con un impacto a más de 53.000 víctimas, el equipo de víctimas recibió un reconocimiento por parte de la Unidad de Atención y Reparación a Víctimas (UARIV) por su trabajo con cifras como: asistencia humanitaria para 15.316 personas y acompañamiento en la reubicación o retorno a sus lugares de origen para más de 1.300 familias.
“Durante tres años he participado en la Feria de Hecho en Paz, un lugar muy bacano que reúne a diferentes emprendedores firmantes de paz, víctimas del conflicto armado, pospenados, entre otros. Esto me parece muy valioso, porque me abre esferas para darme a conocer como escritora y no quedarme como víctima. Ojalá se replique, porque esto une, genera conciencia, dignifica y nos da a conocer”, explicó la víctima, defensora de derechos humanos y escritora, Mary Luz López Henao.
Esto se materializó en el acompañamiento al retorno indígena colectivo más significativo realizado en el país, en el que cerca de 800 personas de la comunidad Emberá Katío del Alto Andágueda, en el Chocó, regresaron a sus resguardos. Además, se acompañó la reactivación de la búsqueda de personas dadas por desaparecidas, en el marco de las operaciones militares ocurridas hace más de 20 años en la ciudad, convirtiendo a la administración en un referente con el acompañamiento, disposición técnica y presupuestal con aportes superiores a los $1.378 millones, en el caso de La Escombrera, comuna 13.
Los niños, niñas, adolescentes y jóvenes fueron fundamentales para instaurar una cultura de paz. De ellos, 1.578 (NNAJ) participaron de la estrategia Parceros y se evitó su instrumentalización por parte de grupos delincuenciales. Lo anterior, a través de una apuesta por la desestigmatización y descriminalización de las juventudes de Medellín y la generación de habilidades y herramientas para la construcción de paz y la prevención de las violencias. Asimismo, 2.811 (NNAJ) reflexionaron sobre verdad, memoria, humanización de los conflictos, justicia restaurativa y violencias basadas en género en las Escuelas de la No-Violencia.
La secretaría también inauguró el primer Centro Integral de Justicia Juvenil Terapéutica y Restaurativa “Casa R”, un espacio donde los jóvenes infractores pueden responsabilizarse de sus errores, las víctimas logran la reparación del daño sufrido por el delito y la comunidad puede restaurar el tejido social quebrantado. De estos adolescentes, 962 recibieron intervención en los centros de atención y a 760 se les restablecieron sus derechos.
Además de esto, la dependencia lideró la creación y aplicación del documento técnico para la identificación de trabajos, obras y actividades con contenido restaurador-reparador, iniciativas (TOAR), lo que fortaleció la capacidad institucional para gestionar mesas de diálogo y participación, que promueven una interacción entre víctimas, responsables y comunidades para la reparación del daño sufrido a causa del conflicto armado y permitió un trabajo colaborativo con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Todo esto confirma el compromiso y el trabajo articulado de la Secretaría de la No-Violencia con las comunidades en su esfuerzo por transformar la historia violenta de Medellín, a través del respeto por la vida y la construcción de paz con enfoque restaurativo.